Hoy te brindamos algunos consejos que te ayudarán a conseguir una atmósfera de tranquilidad, indispensable para lograr un buen descanso.
Que el color de tus paredes invite a la calma
El color es fundamental en la decoración y, en un dormitorio, su elección va a influir en la creación de un ambiente envolvente y lleno de paz que invite al descanso. A la hora de pintar las paredes, elige tonos claros, suaves y cálidos como el beige, verde agua, azul, blanco. También resultan envolventes los grises cálidos, los verdes agua y los turquesas. Se recomienda evitar los tonos vibrantes o chillones, por muy sofisticados que sean.
La mejor iluminación
Aunque la habitación necesita estar llena de luz natural y vitalidad a primera hora de la mañana, es importante que por la noche permita un ambiente íntimo y acogedor. Para lograrlo se puede utilizar bombillas de pocos vatios, luz tenue en las lámparas de noche o velas que creen un ambiente que invite al descanso.
Para conseguir un buen descanso es recomendable que se tenga una luz principal que alumbre toda la habitación (suele estar en el techo) y además, lámparas de mesa con luz cálida.
Cuanto más oscura esté la habitación en la noche, más fácil será relajarse y asegurar un sueño reparador para despertarse renovado al día siguiente.
Ropa de cama que te acoja y acaricie
La ropa de cama es la verdadera protagonista del confort. Sábanas, fundas, almohadones, colchas… son elementos esenciales en el dormitorio. Además de transformar el aspecto de la habitación, son capaces de transmitir sensaciones, potenciar la comodidad y convertir la cama en un refugio para soñar y descansar.
Utiliza varios colores o mezcla estampados para aportar volumen y un efecto mullido. Además, puedes jugar con cojines de diferentes tamaños sobre la cama para brindar mayor calidez.
Invertir en un buen colchón y almohada
Invierte en un buen colchón que proteja tu espalda y la mantenga firme. El colchón ideal mantendrá la curvatura natural de tu columna, lo que te permitirá descansar mejor, reduciendo los problemas de ansiedad y niveles de stress.
La almohada también influye en nuestro descanso. Su altura y grosor dependerá de la posición en que se duerma. Si se duerme boca abajo, es recomendable una almohada baja, mediana si se acostumbra dormir sobre la espalda y alta si se duerme de lado.
Si quieres lograr un descanso reparador y conciliar fácilmente un sueño profundo, sigue estos consejos y notarás la diferencia.