Los cabeceros de cama son claves en un dormitorio. Sirven para enmarcar la que es la pieza más voluminosa de la estancia: la cama. No debemos olvidar que por su volumen, la cama es el elemento del dormitorio en el que nos fijamos primero; aquel que atrae todas las miradas. De ahí que escoger un buen cabecero que refuerce tal protagonismo sea importante.
En el mercado encontrarás cabeceros de cama de diferentes formas, materiales, colores, estilos… Por eso, te puede resultar complicado elegir un único diseño. Para que te sea más fácil, hoy vamos a hablarte de los principales tipos de cabeceros por los que puedes optar.
Cabeceros de madera para la cama
Los cabeceros de madera son los que se utilizan de forma más habitual en los dormitorios. Son realmente prácticos y decorativos visualmente, aportan calidez a la habitación.
Un cabecero de madera puede parecer simple, pero dependiendo del tipo de madera que sea, o del diseño que escojamos, estos muebles pueden ser también bastante elegante.
Dependiendo tanto de la madera como de su tratamiento, los resultados obtenidos serán muy diferentes. Una madera maciza con una veta profunda aportará un marcado carácter rústico a la estancia; mientras que otras más lisas en tonos tanto claros como oscuros pueden convertirse en una estupenda alternativa para decorar dormitorios de vanguardia.
Cabeceros tapizados
Un cabecero de cama tapizado ofrece una solución versátil y dinámica para decorar el dormitorio y la cama. Por más que las tendencias cambien, el tapizado en los muebles nunca llega a pasar de moda, siempre desaparece y vuelve a aparecer en el mercado.
Los tapizados son esos elegantísimos cabeceros cubiertos por una tela acolchada que bien podría ser de algodón, piel o cuero. Dan un aspecto acogedor, íntimo y familiar a la estancia y están disponibles en todo tipo de colores y en diseños lisos o con patrones. Son muy hermosos a la vista.
Cabeceros tapizados- Estilo Capitoné
Un tipo concreto de tapizado usado en los cabeceros de cama es el estilo capitoné. Este estilo inglés, más frecuente en otros muebles como sillones y sofás, consiste en un tapizado acolchado con varios botones colocados de forma ordenada que le otorgan un aspecto mullido a la pieza. Es un tapizado bastante resistente.
Cabeceros altos
Ocupan un gran espacio de la pared en vertical, y son menos anchos que los corridos. Consiguen un mayor impacto visual que los corridos, por lo que se consigue un gran foco a la zona central del dormitorio (cama, cabecero y mesitas).
Suelen encajar en espacios tanto modernos como clásicos, utilizando su impacto para resaltar esa característica estética del dormitorio. Además, permiten un gran juego decorativo gracias a su considerable tamaño, pudiendo incorporar marcos o diseños más creativos.
Cabeceros de hierro forjado
Los cabeceros de hierro forjado reflejan romanticismo. Con este tipo de cabeceros podremos darle a nuestro dormitorio ese toque rústico o chic.
¿Y para el dormitorio infantil?
El blanco es el color predilecto de los dormitorios infantiles, ya que inunda el ambiente de paz e inocencia. No dudes en hacerte con unos cabeceros blancos para los dormitorios de los pequeños de la casa.
Con estas opciones de cabeceros puedes decorar y darle un toque nuevo a tu espacio.
¡Seguro que encuentras el que mejor encaja en tu dormitorio!